EN BREVE
Población : 100 000 habitantes (2014)
Situación : Bizkaia, Comunidad Autónoma del País Vasco, España
CONTACTO PROYECTO EUROPEO
Area de Cultura
Ayuntamiento de Barakaldo
Correo electrónico: irodriguez@barakaldo.org
MAS INFORMACIÓN
Barakaldo remonta su historia hasta lo más profundo de la Edad Media
Barakaldo remonta su historia hasta lo más profundo de la Edad Media. Mencionado por primera vez en 1051, su territorio fue evolucionando con el paso de los siglos.
Su población vivió del cultivo, del trabajo de las cuatro ferrerías que movían sus ríos (Irauregi, Urkullu, Aranguren y Bengolea) y de una pequeña flota de barcos que tuvo su auge en el siglo xvi. Se llenó de caseríos y de torres, entre las que destacaron las de Lutxana, unas de las más famosas, y en Burceña sobrevivió hasta 1836 el importante Monasterio de Mercedarios.
Con la llegada de la industrialización, sus riberas se llenaron de fábricas y talleres, y sus montes de minas explotadas ahora con tecnología moderna. Barakaldo cambió entonces para siempre. El centro del pueblo se desplazó de San Vicente a Desierto, donde, junto a la fábrica de Altos Hornos de Vizcaya, nacieron nuevas calles (Portu, Aldapa, Ibarra, Arana, Pormetxeta…).
La ría se fue canalizando y llenando de cargaderos, donde terminaban las líneas de ferrocarril que traían el mineral de los montes de Triano (La Orconera, Franco-Belga, Lutxana-Minning…). Poco después, las nuevas construcciones fueron ocupando los espacios agrícolas de Beurko, Arteagabeitia… Por su parte, El Regato, Retuerto y los barrios cercanos a los montes se volcaron a la minería y su fisionomía también cambió. Los caseríos y palacios fueron desapareciendo, aunque quedan algunos ejemplos que nos hablan de la historia anterior a la industrialización: palacio de Larrea, torre de Susunaga, ermita de Santa Águeda… Los edificios que requerían los trabajadores que llegaban a Barakaldo fueron configurando la nueva ciudad, y la presencia de la burguesía nacida de la industrialización también dejó su huella, como muestra el palacio Munoa, con su jardín inglés.
Varios espacios, una personalidad propia
A finales del siglo xx, el fin de la minería y la industria obligaron a Barakaldo a reinventarse. La desaparición de Altos Hornos de Vizcaya, junto a múltiples empresas sobre las que se basaba la economía, supuso el fin de una era que había marcado el devenir del municipio durante más de un siglo. Se desecaron entonces las últimas marismas que sobrevivían, las de Ansio; se construyeron el Megapark y el BEC; se urbanizaron nuevas zonas, y se reformaron diversos barrios. Hoy en día, el municipio cuenta con varios espacios muy definidos y con personalidad propia, entre los que aparecen aquí y allá elementos patrimoniales de gran valor.
Rutas singulares en Barakaldo
En el marco del proyecto “Rutas singulares” se organizará una serie de acciones para revalorizar estos elementos patrimoniales.
- Ruta por los espacios naturales-Finca Munoa. La Finca Munoa es un edificio histórico instalado en el medio de un paraje natural. Se trata de promocionar este espacio único desarrollando rutas turísticas donde el público en general podrá viajar al pasado mientras disfrute de una gran riqueza botánica.
- Ruta fluvial e industrial. Como canal de comunicación entre el mar y las ciudades y pueblos que la bordean, la ría Nervión desempeñó un gran papel en la exportación del mineral de hierro. Las fábricas proliferaron en sus márgenes. Esta ruta en barco contará la historia de la ciudad a través de los restos de los recintos industriales, hoy en día espacios recuperados para la convivencia ciudadana.
- Ruta patrimonial y -musical. Recuperar el patrimonio de la ciudad a través de la música: de esto trata esta ruta. Aprovechando los recursos patrimoniales, se organizarán conciertos en la calle o en el interior de dichos equipamientos.